Don Carlos Camacho Cabrera de 64 años de edad, de nacionalidad cubana, es una de las personas con diagnóstico positivo de Covid-19 en territorio costarricense.

Sus días eran dedicados a trabajar como transportista de carga y administrador de una Cuartería situada en la Avenida Siete de San José, hasta el 26 de junio anterior, cuando el resultado positivo del virus lo puso en pausa para hacer “cuarentena” en su casa, en Desamparados. 

El 25 de junio anterior, al realizar su visita de rutina a La Cuartería, topó con autoridades de salud que estaban realizando pruebas a los residentes.

El resultado fue positivo tanto para él, como para las 20 personas que habitan en el lugar.

Curentena sagrada

En las cuarterías hay ticos y vecinos centroamericanos, en su mayoría

En las cuarterías hay ticos y vecinos centroamericanos, en su mayoría

Vía telefónica, cumpliendo el número 16 de aislamiento, don Carlos, contó a lizethcastro.tv cómo ha vivido este tiempo de “cuarentena”, recalcando que lo más difícil, es estar solo y lejos de poder ayudar a las personas que atraviesan su misma condición. 

Este hombre, cubano de nacimiento, con 19 años en Costa Rica, es una de las personas con Covid-19 en condición asintomática. Aunque hay pacientes que cuentan que han tenido fiebre, dolor de cabeza o problemas respiratorios, don Carlos no.

Sin embargo, padece presión alta y dejó de fumar hace un mes por decisión propia. Para él lo más difícil ha sido no poder trabajar, pero agradece la empatía de sus vecinos y las llamadas diarias del personal médico a cargo de la pandemia.

Permiso de salida

“Cumplí mi cuarentena con mucho respeto por mí y por los demás. Tengo la dicha de contar con vecinos que me quieren, preguntan cómo estoy y hasta me traen comida a la puerta y bueno, gracias a Dios yo tengo lo mío aquí. Converso por teléfono con las personas en la Cuartería, pero lo que más quiero es asistirles y que sepan que no están solos. Sé que han recibido diarios y productos de higiene que les hacen llegar de personas solidarias. Pero aún no pueden salir ni yo visitarles”.

Tras cumplir con el periodo de aislamiento, don Carlos, obtuvo su permiso de salida el lunes 13 de julio y al martes siguiente volvió al trabajo como transportista de carga cumpliendo con todas las medidas sanitarias. Sin embargo, aún no ha podido acercarse a las personas que viven en La Cuartería que administra, pues ellos cumplen su aislamiento este 22 julio. 

La cuartería

El refugio de aquellas 20 personas, consta de diez aposentos: siete cuartos y tres apartamentos. Hay un baño por cada dos cuartos y en el caso de los apartamentos, ellos poseen su baño. Los residentes pagan ¢100 000 mensuales y cancelan quincenal o mensualmente, según lo establezcan. La población en La Cuartería está integrada por: adultos, jóvenes, dos niños y un adulto mayor. 

Se mantienen aislados y con orden sanitaria. La prueba de Covid-19 fue realizada en dos grupos: una el 25 de junio y otra el 02 de julio. 

Periodista: Wendy Arias 

 

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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