Con las muchas o las pocas energías que tengas,
con la poca o abundante decepción que sintás,
con lo difícil o fácil que resulte la lucha de hoy,
con las enormes ganas de sonreír o las ínfimas ganas que tengas,
con las abundantes ideas o la página en blanco con que amaneciste en tu mente,
con un día de ayer inspirador o digno de borrarse,
con un océano de amor o uno de soledad frente a vos,
con la esperanza en el futuro al tope o por el suelo…
Aún con todo, hacete un favor: viví, al máximo, con todo lo que tenés.
Viví y hacelo hoy, respirando con la fuerza que tengas, no la fuerza de tus hijos o tu vecino, o de quien te dejó o de quienes te criaron, sino con la fuerza que te pertenece,
abrazate entero a una balsa, a un tronco, a una piedra, a tu fe, a un ave que te haga volar, al sol que te suba a la montaña, al silencio que te baje hasta tu sagrada voz interior donde no hay nadie más…
Viví porque es un regalo. Viví. Aún con todo, viví.
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1 comentario
Gracias por tan lindos mensajes!