Por: Lizeth Castro

Tu muerte me enseñó el Amor que no muere,

la esperanza que jamás se acaba,

la imposibilidad de rendirse,

la Madre que baja el cuerpo sin vida de su hijo pero sigue bendiciendo su Alma Inmortal,

la lucha que se corona,

la humildad del Rey,

la sangre que sana,

la entrega que redime,

el compromiso por encima del dolor.

Tu muerte me resucita a la fe,

me abraza en mis propias muertes

y me da Vida Eterna.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.