Todo empezó bien, con esas miradas que van y vienen, que delatan al corazón. La conexión fue inmediata, no había mucho que pensar. Te convenciste de que ambos estaban hechos el uno para el otro y empezaron una historia inolvidable.

En un momento te pusiste el vestido rojo corto porque te hacía sentir tan mujer. Con mucha ilusión le abriste la puerta luego de que él tocó el timbre. Abriste los brazos para abrazarlo pero lo que te dio de vuelta fue un empujón y un “Seas ridícula, quitate ese vestiducho que te ves horrible, provocativa, fea”.  Llorando entraste a la casa, le hiciste caso, te cambiaste y siempre saliste a cenar con él.  Al día siguiente le contaste a tu mamá y te dijo “Supongo que lo dejarás.  Dejalo. Por tu bien. Por tu vida hija”. 

Siguieron siendo novios, iban y venían los sinsabores, pero él tenía una buena posición en el trabajo así que valía la pena seguir.  Además vos decías que él nada más quería lo mejor para los dos.

Aquella tarde, tomaste café con él y aunque querías saludar a los amigos que estaban en la mesa de la par, evitaste hacerlo para no causarle problemas al hombre de tu vida.  Esa noche con pesar le contaste a tu mamá y te dijo “Supongo que lo dejarás.  Dejalo. Por tu bien. Por tu vida hija”. 

El noviazgo cumplió dos años.  Coleccionabas momentos inolvidables: gritos, insultos, y lo más reciente fue un pleito porque lo encontraste revisándote el celular. Te dijo que una mujer como vos no era de confiar y que él lo que hacía era cuidarte porque vos ni eso podías hacer. No entendiste nada y preferiste venirte sola en el bus, llorando.  Y de nuevo, el refugio fue el hombro de tu mamá;  nuevamente con todo su amor te dijo con voz de súplica:  “Supongo que lo dejarás”.

Te casaste hace seis meses.  En la reunión de hoy tu mamá le cuenta a todos que más de cien veces te dijo “Supongo que lo dejarás. Dejalo. Por tu bien. Por tu vida hija”.   Hoy por fin lo dejaste.  Luego de que te disparó.  No era la idea de tu mamá. Jamás. Es ella quien llora y vos no la podés escuchar.  Pero ella le dice a todos “Al menos ya sé que no vendrá llorando y ya no tendré más que advertirle Supongo que lo dejarás. Te amo hija. Pronto nos veremos”. 

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Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

1 comentario

  1. Supongo que nunca fue fácil para ella dejar esa relación ….creo que quizás fui alguien parecida a ella tan sumisa e inocente , tan inexperta en el tema del amor , machismo , manipulación….ufff parece que la vida no trae esos manuales …que dolor 😖! Lamento tanto leer estas historias de horror 😖🤦🏼‍♀️ Chicas ámense mucho reflexiona , medita y ora para que una relación no te marque o no termine con tu vida 🙏🏻 A mi me salvo un ángel que hoy llamo hija 👼🏼❤️