Sé fuerte, hija, lo ocupas. Si querés sobrevivir, no lo necesitas, pero si querés vivir, sí.
Sé fuerte para que pongás el pecho cuando vengan las balas del desamor y te quieran tumbar. Cuando por delante te den la bienvenida y por detrás te despidan. Cuando necesités que te abracen y los que lo harían estén lejos.
Sé fuerte mi amor que con tu fuerza podrás vencer las batallas, pero aún más, podrás sostenerte en las batallas perdidas.
Sé fuerte vida mía, que no siempre habrá en el teléfono quién te diga cuánto vales. Esas son palabras que debés guardarte para vos misma y tu espejo, pase lo que pase.
Sé fuerte mi corazón, que a veces tendrás ganas de latir más lento, de cubrirte con la capa invisible y de estar al borde del grito de renuncia. Entonces, te tendrás vos abrazada a vos, dándote ánimo y diciéndote que todo pasa.
Sé fuerte, que lo ocupas para llorar ríos y para reír a mares. Para defender lo tuyo, lo que crees, lo que querés, lo que has construido y lo que decidás destruir.
Sé fuerte, que sos hija de un Rey Todopoderoso que te hizo a su imagen y semejanza.
Sé fuerte, que sólo amando pelees tus guerras, amándote con fuerza invencible.
Sé fuerte. Te lo digo amor, porque tu mamá también lo ha sido. Si querés sobrevivir, no lo necesitas, pero si querés vivir, sí.
Te recomiendo de Archivo: Carta a mi hija
3 comentarios
Hermosa carta para tus hijas,y así debe de ser fuertes porque hay muchas cosas en el mundo que nos quieran hacer caer
Totalmente cierto, a mi hija le.digo lo mismo.
Que debe ser fuerte para los golpes, y que eBay que levantarse , limpiarse el polvo y levantarse.
Que sin Dios nada somos y que él es el que ha estado con nosotras siempre…
Ser fuerte, para siempre recordar nuestro valor, que nada ni nadie dañe nuestra dignidad. Ser fuerte, para levantarse, tras cada caída que tengamos en nuestras vidas pero con más deseos de superación. Ser fuerte para perseverar, así nunca olvidar nuestros sueños y metas por cumplir.