Hay un pleito que te hace perder el tiempo porque nunca lo vas a ganarEl pasado tiene oídos sordos y si no te gustó lo que viviste, el pasado te hablará de recuerdos que no tiene sentido traer al presente.

Que tu familia no fue lo que querias que hubiese sido, eso ya pasó.

Que tu jefe te trató de una forma que no merecías, eso ya pasó.

Que en tu infancia no tuviste todo lo que hubieses querido… terminá esta frase con un “eso ya pasó”.

Que el amor de tu vida se fue, no sólo eso ya pasó sino que él rehízo su vida con una sonrisa enorme, mientras vos decidiste no volver a creer en el amor y  lo seguís llorando.

Por eso, si te sentás a conversar con el pasado, no lo hagás con una lista de reclamos porque él ya no puede hacer nada. Te dirá que así fue y no comprenderá tu enojo.

El pasado ya sucedió, excepto que vos le ordenés que sea tu sombra y que te tape todas las luces de tu presente.

El pasado no se adapta a los tiempos modernos. Su reloj no avanza, se congeló en aquellos momentos que ya pasaron. Por eso quien está pegado a él, tampoco podrá crecer ni avanzar. 

Tené en cuenta que los días se te pasan.

Y si tu familia no fue lo que querías, al menos te hizo más fuerte.

Y si tu jefe no te trató como merecías, hoy ya no sos la jovencita que aguanta ese maltrato.

Y si el amor de tu vida se fue, es que no te convenía tenerlo hoy y el campo está libre para vivir un amor más intenso y real.

Si te sentás a conversar con el pasado, decile que no le vas a dar poder para que te revuelque el corazón porque el presente te necesita sana, libre, aquí y ahora.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

2 comentarios

  1. Yamilethoconitrillo Rodríguez on

    Hola Liseth,yo si le reclamó al no cosas,ni plata nada material,pero si le reclamó porque perdí a mis amores,mi madre y mi esposo.

    • Podes reclamar, pero no ganas nada. Hay que seguir adelante, superar las circunstancias que una vez nos quisieron arrodillar y ver de frente la vida.