Los que no mueren amaron y serán amados.
Sembraron bondad, risas y paz y cosecharán recuerdos inmortales.
Los que no mueren se dieron el lujo de vivir el privilegio de dar una y otra vez.
Se equivocaron, cometieron fallas, se tropezaron con sus defectos, pero supieron pedir disculpas, aprender lecciones y algo muy importante: perdonaron a los que los hirieron y tomaron la dura y sabia decisión de alejarse de quienes no construían nada que sumara. Le huyeron a lo tóxico y se abrazaron a lo bueno.
Los que no mueren tenían el corazón en forma de estrella porque a toda parte donde fueron compartieron su luz y aún teniendo sombras y algún dolor, decidieron que el brillo de lo bueno nunca debe opacar el resto.
Los inmortales e inolvidables gozaron lo simple, lloraron lo extraordinario, admiraron lo milagroso, y sus ojos nunca dejaron de ver lo majestuoso en lo que los demás vieron la normalidad.
Los que no mueren le creyeron a Dios, que estaban hechos a su imagen y semejanza y por eso crearon, recrearon y reprodujeron la pasión en su trabajo, la alegría de vivir hermanados con todo lo vivo, con la ilusión diaria de un nuevo desafío.
Perdieron el sueño, no por las cuentas ni por el dinero, sino porque le tendieron la mano sin horario, a todo aquel que lo necesitara.
Los que no mueren también lloraron y probaron el sabor de la derrota, pero se pusieron de pie y encontraron la llave que abre los grilletes del ego para convertirse en almas libres de apegos, inmortales, infinitas, para convertirse en esas almas hermosas y dichosas que no mueren.
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3 comentarios
Mi hijo no murió, vive eternamente en mi corazón y es la luz que alumbra cada amanecer en mi vida
Gracias por compartir está reflexión tan hermosa que me llenó los ojos de lágrimas recordando en cada línea a mi hijo que hoy ya no está con nosotros. De el precisamente habla toda esta descripción. Un joven maravilloso que lo único que supo fue amar. Tubo una vida muy sacrificada por usb enfermedad genética llamada rara. Pero nada lo detuvo. Ni siquiera cuando le dieron el diagnóstico hace un tiempo de que moriría de muerte súbita. Gracias a Dios que no fue así. Y pudo vivir sus últimos días con pasión la verdad como siempre lo hizo. Dios te bendiga Liseth.
Gracias x tan bella reflexión.. Se me estremece el corazón y se llenan los ojos de lágrimas Perdí a mi mamá hace 2 años y a leer esta reflexión.. Senti q en muchas cosas la estaba describiendo..Una mujer luchadora,humilde que se entrega no sólo a su familia sino a sus vecinos sin esperar nada a cambio.. Porque ella siempre decía lo único bueno q me llevo fue todo lo bueno q hice y lo q me comí lo material no es importante… Gracias lizeth un abrazo..