Nos llaman “soñadores”, “cursis”, “locos”, “románticos empedernidos”, “ilusos”, pero yo digo que somos los que creemos en el amor.  Nos pasa de todo, ciertamente, pero es que también, le apostamos, antes que al éxito, a la felicidad. A veces hay dinero, a veces no. A veces toca. Toca contar los días para que llegue un cheque,  toca irse en tren o en bus, toca mojarse por hacer el trabajo que amás, toca levantarse  y madrugar o acostarse de madrugada, tener a mano el teléfono para la llamada que no se da, o enviar un correo para recordarle a alguien que existimos y que valemos. Toca ser creativo siempre.

Pero seguimos adelante porque creemos en el amor.  En el amor por los nuestros, por lo que hacemos, por nuestros sueños, por lo que tan solo imaginamos, por nuestras ideas, nuestros ante proyectos y proyectos… Los sacrificios son parte del día a día que vivimos tan sólo como un reto, así que no hay sacrificios y sobran desafíos.

Nos reímos de nosotros mismos y seguimos creyendo.  Porque nos amamos, nos queremos y al vernos al espejo nos decimos “Seguí adelante que algún día la pegarás”.   Nos abrazamos y ponemos la cabeza en la almohada con una sonrisa. La frustración se queda para cuando abrimos los ojos y no pasa lo que queremos, pero de pronto la atropella la genial idea de que el día de hoy no es el mismo de ayer y volvemos a sonreir para emprender el día.

Los que creemos en el amor no morimos en el intento, morimos en la acción. Si hay que quemarse, nos quemamos.  Y ahí está el detalle:  aprendemos a ser un poquito precavidos porque nos hemos quemado pero también se vale.  Estamos vivos. Estamos aprendiendo.  El error es parte nuestra y eso lo celebramos porque aprendemos.

A los que creemos en el amor, Dios nos tiene en su equipo porque somos nobles y nos sentimos amigos de quienes también aman.  Creemos que el mundo podría ser un mejor lugar y nos sentimos comprometidos para hacer verbo la palabra.  No decimos “Dejé de creer en el amor hace muchos daños”, porque recordamos el daño y creemos que eso ya pasó y que la vida nos traerá días más luminosos y noches más estrelladas.

Felicidades a los que creemos en el amor.  Sigamos soñando, ejecutando, equivocándonos, aprendiendo, llorando y riendo mucho, que esa es la vida!

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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