Todos decimos que los niños de hoy en día tienen un chip distinto al que tuvimos sus mamás y papás cuando éramos pequeños. A los chicos se les hace natural usar el teléfono, tanto como respirar. Es curiosísimo cómo tienen acceso a la tablet, la compu, el celu, el whatsap y las redes sociales.
Lamentablemente nada de esto garantiza que cuando necesiten ayuda, cuando ocupen contarle a alguien lo que les pasa, feliz o triste, o cuando estén hartos de la soledad o el maltrato, lo hagan inmediatamente.
Porque los niños se merecen y necesitan un canal directo para que su alma se desahogue y ayudar a resolver sus propios conflictos, aplaudo de pie la existencia de la línea 1147 que recién el PANI ha utilizado como caballo de batalla para que los propios chicos comuniquen sus sentimientos.
La existencia de la línea gratuita 1147 valida lo que dicen y sienten los niños. Hoy en día ya se sabe que es un mito que un menor de edad no tenga palabras para expresarse; las tiene, y el que no, sabe dibujar y pone colores a lo que le aprieta el pecho. El “cállese y deje que los adultos hablen” ya no se usa. La línea 1147 es una de las mejores muestras del respeto por la historia de cada niña y niño.
Así como les enseñamos a decir hola y gracias a los hijos, digámosles que en caso de que un día necesiten expresarse, además de estar nosotros los padres, hay una línea , la 1147, donde le ponen atención a todo lo que es parte de la existencia de ellos. Será necesario decirle a cada niño y a cada amiguito de nuestros hijos “tesoro, si fuera necesario, usa el teléfono, porque lo que sentís, vale”.
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Excelente