Por: Lizeth Castro/

La vida sucede ahora y no cuando tus hijos crezcan, se gradúen y vuelen solos.

La vida sucede ahora, no cuando encontrés al hombre de tus sueños y sintás que por fin alguien te valora.

Es ya la vida y no cuando logrés la posición que tanto ambicionás ni el salario que te alcanzaría para comprarte el carro en el que te ves yendo a la playa.

Es ahora, no cuando el tiempo pase y cure las heridas porque si están hoy, hoy a que preguntarse por qué no empezar a sanar desde este instante.

La vida sucede en tiempo real, sin tregua;  ella no espera a que encontrés dónde se activa el aire acondicionado, porque tenés frío;  no espera a que llegués a  la sombra porque tenés calor. La vida sucede y no hay repetición ni ensayos ni horas extra, ni dobles, ni tiempo para decir “paso”. Te da el chance de aprender ya, de equivocarte ya, de mejorar ya, de abrazar ya, de desilusionarte ya, de desaprender ya, de amar siempre.   Viví. Ya. Ahora. Que no hay después.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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