Es tan común oírlo:  “El día que me quieras, seré la mujer más feliz del mundo”. Y qué tal esta:  “El día que me des mi lugar, seré feliz”.

No hay otra manera de decirte a vos, que pensás eso, que nunca él te va a llegar a querer ni te va a dar tu lugar si antes vos no te querés y no te das tu lugar.

No sucederá que te amen ni que te respeten si vos no amás y querés a tu mejor amiga:  vos. Esa que tiene defectos, que habla más de la cuenta, que no actúa por miedo, esa es tu mejor amiga; esa a la que hay que darle chance de aprender, de evaluar lo vivido, de acertar, de reírse de sí misma.  Tu mejor amiga, esa con la que tenés que bromear, que todas las noches debés abrazar.  Esa que te ayuda a salir adelante porque tiene fortalezas, porque hay que amarla sin reservas.  Esa que será la única persona que esté, garantizado, cuando mueras.

“El día que me quieras” no existe en el calendario.  Es una invención de alguien que pide limosna.  No quiero que seas vos.  Quiero que te parés frente al espejo, te perdonés y sigás caminando. Dale un beso, decile que el día que existe es el de hoy.  Borrá las frases engañosas y amate vos primero.  Con todo mi amor, te dedico estas palabras.  De vos depende hacerlas realidad. 

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.