Por: Lizeth Castro

Este año, sentí el viento en la cara y dale las gracias por despeinarte.

Si querés cambiá de celular, pero no cambiés los contactos que son tu cable a tierra.

Si en la presa querés pegar gritos hacelo, pero cantando esa canción que está sonando en la radio!

No canjeés tu felicidad por un cheque mensual en un trabajo que no te gusta para nada.

Si lo ves oportuno cambiá de trabajo, pero no cambiés el propósito para que el que viniste a este mundo, ser feliz.

Si cambiás de carro, no cambiés esos pasajeros con los que cantás las canciones de One Direction, Sia y Bruno Mars.

Si escojés otra ruta para llegar a la felicidad, no perdás tu amor propio de camino, porque hay asuntos no-negociables como ese.

Cree en lo que no ves aunque te digan que tenés que ir al psiquiátrico.

Escondé en la mano las palabras que van a herir a las personas que amás y soltá con esa misma mano las que van a acuerparte cuando tengás que decir una verdad bien dicha.

No recibás con alfombra roja a cualquier que sólo te haga sentir cosquillas en el estómago, extendésela al amor que te haga ver verdades, que te recuerde el maravilloso ser humano que sos y te abrace a pesar de tus defectos.

Y este año seguro olvidarás algunos nombres de gente que vas a conocer, de gente que estuvo con vos el año pasado y este no, de personas con las que almorzaste un día y nunca más, pero jamás olvidés tu nombre y tus apellidos, porque esos te acompañarán siempre y están con vos desde antes de nacer.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.