Quiero que mis ojos lloren de agradecimiento incluso por lo que no han visto.

Que mi corazón palpite agradecido por los momentos maravillosos que aún no suceden.

Que mis manos se extiendan al cielo abiertas, para que reciban las muchas bendiciones que son mías e irán cayendo poco a poco.

Que mi boca hoy diga GRACIAS por todo lo ordinario y lo extraordinario que vendrá en el tiempo perfecto.

Quiero que mis oídos escuchen confiados las voces de apoyo que llegarán cuando lleguen las pruebas.

Por eso me dirán loca, porque quiero ver lo que no veo, escuchar lo que aún no suena, recibir agradecida lo que aún no llega… Pero sé por qué creo.

Creo porque tengo un Padre que me sorprende, que me abraza con sus brazos invisibles y reales, que me estremece de misericordia y regalos de amor, que me puso un corazón que palpita y una respiración perfecta sin que yo los controle. Asi de maravilloso.

Quiero creer. Decido creer. 

Te recomiendo de ArchivoY si te la creyeras?

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

1 comentario

  1. Marcia Davila Salicetti on

    Muy hermoso y muy cierto… 🙏🏻☝🏻😇. Dar las gracias es lo mejor que he aprendido 🙏🏻🙌🏻💞