“Este no es un bebé de mentiras. Este respira, llora y no sé que tiene. Se me ocurre envolverlo porque puede tener frío; yo también tengo. Me pide leche y me duele darle de mamar. Me ve, me busca y no sé si quiero que me encuentre. Pero aquí estoy, aquí estamos, él con 22 días de nacido y yo con 15 años. Me sostiene con su manita el pulgar y yo me sostengo a él. Ninguno de los dos sabemos bien qué es lo que pasa. Mi abuela dice que lo que nos pasa es la vida y que así es.”
Esa es la otra cara del amor. La maternidad con ojos de quien apenas tiene 15 años de haber llegado al mundo. La verdad es que en esa escena, dos estrenan vida. El bebé y su madre, la jovencita que nace a la faceta de mamá. Ella no le pone el pecho a las balas sino a la criatura que depende de ella. La situación requiere que en la incertidumbre y la soledad alguien les extienda la mano.
Esa mano tiene que estar llena de amor y acercar a la jovencita a la educación porque lo que ha sucedido es que por lo general, la madre adolescente deserta de la escuela o el colegio (y en la mayoría de ocasiones, el papá no se hace cargo). La herramienta del estudio no tiene precio. Un aula le dará a futuro mejores posibilidades de empleo y esto también tiene que ver con autoestima.
Leí esta noticia y entendí por qué vale la pena que yo también la comunique.
Para este 2018, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), pone a disposición de las adolescentes madres, 2550 becas. Cada una es de 100 mil colones por mes, con el fin de que se mantengan en el sistema educativo. La adolescente debe ser madre o estar embarazada, ser menor de 18 años y estar matriculada en alguna modalidad educativa del Ministerio de Educación Pública.
Las madres adolescentes pueden ir a cualquiera de las 52 oficinas locales del PANI. O bien llamar a la línea gratuita 800-2262626.
Más allá de todo lo que implica que en Costa Rica haya 14 mil embarazos anuales en menores de 18 años (violaciones, abusos, maltratos, desinformación), la mano que se extiende con el PANI ayuda a resolver la operación arroz y frijoles de dos criaturas: el bebé y su mamá adolescente. Así, así es como se logra que la esperanza aunque agonice, no se muera. Así es como soñar con un futuro puede dejar de ser un plan frustrado y ser un proyecto de vida real.
3 comentarios
Que alegría me da, que todavía hay gente que apoya a este tipo de jovencitas. Yo también fui madre, tan sólo tenía 14 años cuando quedé embarazada (malinformada y alcahueteria de mi madre por dejar que tuviera jaja “novio”, algo que jamás dejaría que menos hijas hicieran) gracias a Dios ella siempre me apoyó y cuido de nosotras.. cuando mi bebé nació ya yo tenía 15 años, mi padre nunca estuvo y el “novio” brilló por la ausencia. Decidimos seguir adelante sin una pensión, el nunca la quizo dar, para que quitarle algo que no quiere dar. Mi madre murió al año y medio después y yo quedé con mis abuelos, una familia muy bella, cuando mi hija tenía 4 años me casé con el hombre que Dios tenía para mi. Ya han pasado 3 años de que me casé y tengo 2 hijas más. Actualmente tengo 22 años. Y terminé mis estudios gracias a esa ayuda que el PANI me brindó.
Mi hija a los 14a ya era mamá fue una cituacion dificil de afrontar tanto para ella como para nosotros . Muchos con sus perjuicios lo hacen aún más difícil de llevar.
Sentimientos de culpabilidad , frustración, enojo, tristeza.
Sin embargo ella decidió afrontarlo y nosotros apoyarla. Como madre soltera a sus 14a llevo a cabo todo su rol de la mejor manera con el amor y madurez de toda una madre .
Fue en el Pani donde también le brindaron una gran ayuda otorgándole una beca, la de madre adolescente está le fue de mucha ayuda para concluir sus estudios a los q asistía puntualmente con todo el cansancio y agotamiento de llevar a su bb en el vientre pero ella no desistió después comenzaron las largas noches en vela o el tener q amamantar mientras se preparaba para exámenes o trabajos .
Fue difícil pero lo logró, tan así q ahora a sus 19a ya lleva el segundo cuatrimestre en la Universidad. Para mí como su madre ella es mi orgullo amo a mi nieta de ya 5años .
Agradezco a los q no juzgaron y al Pani por su apoyo.
Yo también fui mamá a los17 años, es muy duro dejar tú vida para atender al bebé. Pero cuando vemos sus ojitos cerrarse cuando lo estás amamantando y vez la paz que tiene al quedarse dormido, seguro y protegido en tus brazos, te despierta el deseo de seguir adelante, luchando y duro, porque no solo tenés que entrenar la situación de ser madre adolescente, si no las señalizaciones de una sociedad que no entiende que ser mamá no es cuestión de edad, si no del corazón, esa madre que despierta cuando nace ese bebé que tiene un propósito en tú vida, que te cambia el panorama y te hace despertar todos los instintos para sacarlo adelante, no es fácil, pero tampoco imposible. Ya mi bebé este año se gradúa de ingeniería agronómica y es donde uno dice: ha valido la pena todo lo que tuve que pasar por ti mi dulce amor 😍