Don William tuvo un segundo profundo de desesperanza: fue cuando no pudo decir que estaba ahí, en ese guindo, debajo de su carro, con vida. Era de noche, pero luego amaneció y renació la esperanza. Por eso, que hoy, el hecho de que lo podamos entrevistar es un privilegio, porque él nos sabe decir a qué sabe la ilusión de volver a ver a los que ama cuando, prácticamente lo daba por muerto. Este es un adelanto del reportaje que veremos más adelante en lizethcastro.tv

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.