Si cada día de nuestra vida nos correspondiera  estallar un globo con alguna sorpresa adentro, que sólo cada uno puede descubrir porque el globo tiene el nombre de su dueño,  creo que muchas personas tendrían colección de globos sin pinchar, por varias razones:

  1. Miedo, terror:  la excusa de que podemos asustarnos con el sonido, al pincharlo, será perfecta para muchos.  Tantas veces la vida no suena melodiosa y hay ruidos (ofensas, juicios, señalamientos) que nos podrían asustar. Pero también podría venir el sonido de un bebé al nacer, de la lluvia, de la carcajada libre, del llanto de profunda alegría, del anuncio de un premio, de la canción que nos enamora, del bendito y divino silencio que nos acompaña…  “Mejor quedarse calmado”, diría alguien evitando lo que pueda escuchar.
  2. Temor a lo inesperado:  la justificación de que al pinchar el globo puede caer agua helada, polvo, piedras, corazones resentidos, ojos envidiosos, misiles de envidia, tendrá sentido para muchos que prefieren tan solo sostener el globo sin descubrir lo que hay dentro de él.  Porque también podrían venir  palabras de bendición, frases de amor, abrazos enormes, mejores amigos, hermanos leales,  libros sabios, padres incomparables, celebraciones, amores infinitos …”Mejor tener el globo en la mano, que pincharlo”, diría alguien evitando lo que pueda sentir.
  3. Incapacidad para tomar decisiones:   la excusa de no tener con qué pinchar el globo será perfecta para quienes se comparan con los demás.  Ella tiene una aguja moderna y yo una antigua.  El tiene un rayo láser que revienta el globo y yo una aguja.  Conozco a quienes sin manos han reventado su globo y sé de personas con brazos fuertes que temen no ser lo suficientemente aptos para pinchar sus propios globos.  “Mejor no hacer el ridículo” diría alguien que prefiere darle el poder de su globo a otros.
  4. El mínimo esfuerzo:  la razón de que sostener el globo cansa menos que aquellos que se atreven a pincharlo para descubrir lo que trae…esa me hace gracia.  La vida, aún para el que vive en el límite de lo apenas bueno también pesa.  ¿Cuánto puede durar alguien sosteniendo el globo sin cansarse? No me imagino. Cansa la rutina, cansa el temor, cansa la falta de ilusión, el vivir sin desafíos, el sillón de siempre, los compañeros de siempre, el mismo jefe, el mismo escritorio.   Converso con personas que se retan a sí mismas y son  sus propios competidores. Ciertamente terminan cansados pero con una sonrisa inmensa y una medalla en el pecho. “Mejor no hacer loco”, diría el que teme la plenitud.

Finalmente vos decidís.  Claro, espero que tu decisión -porque es interesante y te lo merecés- sea escuchar los sonidos del globo cuando se pincha, recibir lo que caiga de él con valentía y agradecimiento, ser dueño de todo lo que tiene para vos sin cederlo a otros y hacer lo mejor con lo que se recibe y con lo que se da.  Sin miedo, viviendo y no apenas respirando ni sosteniendo.  Pinchá tus  globos.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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