Ahí va el amor, con zapatitos de niño, camisita roja y pantaloncillo azul. Lo lleva en brazos un soldado. Va sin respirar, ahogado, sin saber de nada, de paz o de guerra.
Su fotografía le da la vuelta al mundo y gran parte del mundo se duele de que huir de la violencia no termine en final feliz. Y un niño de 3 años qué va a saber de inicios o finales, él sólo vivía…
Sin embargo una parte de mí, está horrorizada pero otra ve que la imagen en el planeta entero ha movido consciencias. Entonces, la muerte del niño sirio de la foto, no habrá sido en vano.
El amor no puede morir. Lo que lleva en brazos el soldado es la intolerancia y el irrespeto, la injusticia con zapatitos de niño. El amor no debe morir. Lo tenemos que rescatar. No se puede ahogar. No podemos seguir permitiendo que parezca que ha perdido el pulso…El amor debe triunfar y estoy segura que el niño sirio de la foto pensaría así y le gustaría que hubiera sido así.